"...las mujeres, envueltas en abrigos de
piel, caminaban torpemente por las calles heladas como grandes osos negros.
Y de pronto, una larga ola de calor atravesó el pueblo; una marea de aire
tórrido, como si alguien hubiera abierto de par en par la puerta de un horno. El
calor latió entre las casas, los arbustos, los niños. El hielo se desprendió de los
techos, se quebró, y empezó a fundirse. Las puertas se abrieron; las ventanas
se levantaron; los niños se quitaron las ropas de lana; las mujeres se
despojaron de sus disfraces de osos; la nieve se derritió, descubriendo los
viejos y verdes prados del último verano."
Ray Bradbury
Comentarios