—Lo sé. Sentà náuseas. Cuando uno quiere hacer algo terrible se miente a
sà mismo. Se dice uno que todos los demás están equivocados. Bueno, en
cuanto empecé a disparar contra ellos, comprendà que sólo eran unos necios y
que no debÃa matarlos. Pero ya era demasiado tarde. No pude continuar,
entonces subà hasta aquà con la esperanza de volver a creer en la mentira, de
enfurecerme y empezar de nuevo.
—¿Ya está resuelto?
—No mucho. Bastante.
Ray Bradbury